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Información Europea de Castilla y León
Información Europea de Castilla y León
9 de julio de 2019
Comisión Europea
La Comisión ha publicado la edición de 2019 de su estudio anual sobre la evolución social y del empleo en Europa (ESDE). A la vista de las tendencias mundiales a largo plazo, como el envejecimiento, la globalización, la transformación tecnológica y el cambio climático, el estudio ESDE de 2019 está dedicado al tema de la sostenibilidad
Este estudio pone de manifiesto que luchar contra el cambio climático y preservar el crecimiento son actividades que van en paralelo y plantea una serie de opciones políticas capaces de mantener la competitividad de la UE, sostener el crecimiento y propagar sus beneficios a toda la población de la Unión y a las generaciones futuras, al tiempo que se persigue una transición ambiciosa hacia una economía de neutralidad climática. El estudio de 2019 confirma también que continúa la expansión de la actividad económica de la UE, con nuevos niveles récord de empleo y una mejora de la situación social.
En palabras de Marianne Thyssen, comisaria de Empleo, Asuntos Sociales, Capacidades y Movilidad Laboral: «Este estudio anual muestra que la economía europea se ha recuperado. Con 240,7 millones de europeos ejerciendo una actividad laboral y hasta 13,4 millones de puestos de trabajo creados desde el inicio de la Comisión Juncker, la tasa de empleo de la UE es la más alta jamás registrada. El desempleo en Europa se sitúa en unos niveles históricamente bajos y el número de personas en riesgo de pobreza sigue descendiendo. Este es un buen trampolín para seguir ofreciendo resultados a los ciudadanos a partir del pilar europeo de derechos sociales, que debe incluir una transición correcta hacia una economía de neutralidad climática que aproveche plenamente las posibilidades de "crecimiento ecológico". Podemos mejorar el nivel de vida de todos, siempre que la UE y los Estados miembros, junto con los interlocutores sociales, inviertan en unas capacidades novedosas y mejores, en cualificaciones más altas y en servicios sociales.»
La transición hacia una economía neutra en carbono aumentará el número de empleos disponibles y repercutirá en la estructura del mercado laboral, en la distribución de puestos de trabajo y en las capacidades que se necesiten. Para el año 2030, se espera que la transición cree 1,2 millones de puestos de trabajo adicionales en la UE, además de los 12 millones de nuevos empleos que ya están previstos. La transición podría mitigar la actual polarización del empleo resultante de la automatización y la digitalización, creando puestos de trabajo también en el campo intermedio de la escala de salarios y capacidades, especialmente en los sectores manufacturero y de la construcción.
Dicho esto, es evidente que el impacto de la transición variará en función de los diversos países y sectores. Por tanto, los países deben prepararse para esta transición a fin de no dejar atrás a las personas con profesiones o que trabajen en sectores y regiones aún vinculados a modelos de altas emisiones de carbono. Es de vital importancia integrar la dimensión social desde el principio, por ejemplo mediante medidas que proporcionen un apoyo a la renta durante la transición o que combinen una mayor imposición de la energía con una redistribución de la riqueza. El diálogo social también puede contribuir a una transición justa, al garantizar la participación de los trabajadores y los empleadores.
De manera más general, estudio pone de manifiesto que para mantenerse en la senda del crecimiento económico, la UE tendrá que invertir en las capacidades de las personas y en la innovación. Las empresas de la UE con mejores resultados son las que más invierten en la formación de los trabajadores y en unas condiciones de trabajo de calidad. De hecho, las inversiones en capacidades, cualificaciones y en formación formal de adultos favorecen la empleabilidad de los trabajadores, el crecimiento salarial y la competitividad de las empresas. El estudio ESDE también considera que las inversiones de carácter social, como el acceso a los servicios de guardería y a la educación de la primera infancia, aumentan la productividad y el bienestar de las personas. Asimismo, una vivienda asequible y adecuada permite a los europeos desarrollar su potencial en el mercado laboral y participar en la sociedad.
Contexto
El estudio anual sobre la evolución social y del empleo en Europa aporta un análisis económico actualizado de las tendencias sociales y laborales en Europa y debate cuestiones relacionadas con las opciones políticas en este ámbito. Es el informe emblemático de la Comisión Europea en materia de empleo y asuntos sociales.
La nueva Agenda Estratégica para 2019-2024 del Consejo Europeo insta a que se tomen en consideración los cambios provocados por la transición ecológica, la evolución tecnológica y la globalización, con la vista puesta también en que los ciudadanos no se queden rezagados. La edición del estudio ESDE de este año contempla el empleo y la evolución social a la luz de una de las cuatro prioridades principales de esta nueva agenda estratégica: «construir una Europa climáticamente neutra, ecológica, justa y social». Las conclusiones de este estudio pueden servir de inspiración a los responsables políticos acerca de la manera de cumplir unos objetivos tan ambiciosos. También se tendrán en cuenta estas conclusiones en el debate político sobre los aspectos relativos al empleo de la visión estratégica a largo plazo para una economía climáticamente neutra en la próxima sesión del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (EPSCO) de 8 de julio de 2019.
En los estudios anuales ESDE figuran muchos ejemplos del enfoque de la Comisión para responder a los retos planteados. Por ejemplo, la propuesta de la Comisión de marco financiero plurianual de 2018 destina más fondos a las inversiones en las personas, especialmente mediante el nuevo Fondo Social Europeo Plus (FSE+) y un Fondo Europeo de Adaptación a la Globalización (FEAG) mejorado. El pilar europeo de derechos sociales y algunas iniciativas y herramientas, como la Agenda de capacidades para Europa, el programa Europa Digital, la Garantía Juvenil, el refuerzo del programa Erasmus y el Cuerpo Europeo de Solidaridad contribuirán a lograr esos objetivos.